Una buena amiga, hace ya unos cuantos años, me recomendó leer ‘Las cenizas de Ángela’: «Está escrito en el mejor estilo periodístico y es apasionante», me dijo. Mi predisposición por lo irlandés, por la historia de este país y de sus gentes, y la narrativa ágil, a la par que desgarradora, de aquel relato, me adentraron en aquellos callejones de Limmerick, junto al río Shanon, en la época de la hambruna y del exilio masivo irlandés hacia Estados Unidos. Ha sido uno de ‘mis libros’ de los últimos años. Ahora ha muerto el profesor Frank McCourt, el pequeño Frankly, el protagonista de aquellas penurias, de aquella desesperación, y el autor de aquel y de otros libros posteriores que le valieron el Pulitzer en 1997. Han pasado muchos años desde aquellos sucesos autobiográficos de McCourt, pero hoy aquellas historias se siguen repitiendo con protagonistas diferentes en sitios diferentes, entonces irlandeses o españoles que emigraban a Estados Unidos o Argentina, hoy magrebíes o subsaharianos que se dejan la vida por llegar a las costas españolas.
Me gusta!!!
Buenas…