De repente, la investigación periodística sobre los ‘papeles de Panamá’ es una bofetada de capitalismo híper-liberal que enciende todas las alarmas sobre la degeneración de un sistema económico absolutamente descontrolado, voraz e injusto. En la entrevista que recientemente le hacía Jordi Évole a Mariano Rajoy (presidente en funciones), éste le venía a decir en un momento de la conversación que no tenía el poder necesario para solucionar algunos de los grandes problemas de los españoles (poder limitado del Estado), pero inmediatamente después se contradecía para asegurar tasativamente que él nunca ha tenido presiones del Ibex 35 en su acción de Gobierno (poder que limita al Estado) 🙂
Realmente la crisis de los estados-nación nos vino a demostrar hace ya mucho tiempo el papel secundario de la clase política frente a los grandes poderes fácticos. Los Panama Papers o Papeles de Panamá nos han vuelto a recordar como el verdadero poder del dinero se mueve impúnemente por encima de los estados. Las verdaderas élites son esas que aparecen en la investigación periodística del ICIJ y de los políticos solo podemos esperar que sean valientes e intenten impedir los desmanes de este capitalismo descontrolado o que se conviertan en unos títeres del sistema y a las primeras de cambio se corrompan en beneficio de esas élites, que es a lo que por desgracia nos hemos acostumbrado. Por este motivo, reacciones como las de la ciudadanía islandesa invitan a un prudente optimismo.
Recuerda Marco Revelli en su ensayo ‘La lucha de clases existe…¡y la han ganado los ricos! (Alianza Editorial, 2014), la metáfora de la Jirafa que Keynes utilizaba para explicar las desigualdades en la Gran Depresión de 1929:
Cuando el objetivo de la vida es alimentarse de las hojas de las ramas hasta la máxima altura posible, la forma más verosímil de lograrlo es permitir que las jirafas que tengan el cuello más largo dejen morir de hambre a las que tienen el cuello más corto
Hoy esas desigualdades son mayores. Según el demoledor informe Working for the few, de Oxfam, los 85 multimillonarios del mundo, acumulan más riqueza que los 3500 millones de personas que conforman la parte más pobre de la población mundial. Utiliza con acierto Revelli el término capitalismo híper-liberal como aquel que detrae a gran escala recursos de la economía real para transferirlos al circuito financiero globalizado, y reinterpreta y adapta a nuestros días la metáfora de aquellas Jirafas de Keynes, hoy de cuello larguísimo que habitan en los mercados financieros que consumen habitualmente cuentas bancarias y sociedades opacas offshore y para las que
las tiernas hojas que caen al suelo no son otra cosa que abono para las ramas de la parte más alta del árbol
Y vuelta a empezar en un círculo vicioso perfectamente controlado por las oligarquías del dinero que derrotaron el keynesianismo y a las políticas de bienestar social. Por eso, hasta resulta naif la cruzada de un tipo simpático y peleón como el cineasta norteamericano Michael Moore proponiendo ‘invadir’ Europa para conquistar nuestro supuesto modelo del bienestar y llevarlo a Estados Unidos. Llegas tarde Michael, durante los últimos años los retrocesos en Europa han sido tan brutales que en países como España tienes ya muy poco que rascar para tu causa.
NOTA A PIE DE PÁGINA: coincidiendo con los panama papers ha arrancado en España la campaña de la Renta 2015. Miles de ‘patriotas’ hemos intentado cumplir sin éxito con nuestro deber ciudadano. El sistema informático de la Agencia Tributaria ha petado de forma espectacular. Los de las offshore no tienen estos problemas tan mundanos porque insisto, las clases son las clases y la lucha de clases existe y la han ganado ellos 😦