Los ocho años de Administración Bush en los Estados Unidos quedará en los libros como el periodo más negro de la historia reciente de este país. Bush no solamente metió a su país y a medio mundo en una guerra cruenta, ilegal, injusta y totalmente evitable, sino que además ha llevado a los Estados Unidos y a medio mundo a la crisis económica más dura de los últimos tiempos. George W.Bush y Dick Cheney han puesto a cara a lo que se dio en llamar el fenómeno de los neocons que se sustentaba en la ideología política y económica del neoliberalismo ‘salvaje’.
Tras ocho años, Bush deja un país que ha perdido la credibilidad internacional y con enormes problemas estructurales internos, habiendo desmantelado la sanidad y educación pública y haciendo las diferencias entre ricos y pobres cada vez más grandes. Resulta evidente que Bush y lo que representa Bush es una receta caduca para los problemas que tiene la humanidad. El capitalismo salvaje no es la solución a nada, por eso Europa debería, sin complejos, volver a mostrar y exportar con orgullo el modelo de cohesión y bienestar social que se moldeó al abrigo de la ideología socialdemócrata.