Juan Delgado: «La UE carece de una política energética común y esto es un grave problema»

Juan Delgado, economista de Bruegel, en la sede de Bruselas

Pese a su juventud, Juan Delgado forma parte de uno de los laboratorios de ideas (think-tank, en el argot económico) más importantes de Europa, donde trabaja con otros ocho economistas de todo el mundo al más alto nivel. Antes de recalar en Bruegel, como se llama el mencionado laboratorio de ideas ubicado en Bruselas, Delgado trabajó como investigador durante un año para Repsol YPF en la prestigiosa Universidad de Harvard, en Boston (Estados Unidos), en un ambicioso proyecto entre universidad y empresa. También ha trabajado en la dirección general de la Competencia de la Comisión Europea, en Bruselas, y ha sido director de análisis económicos y de mercado en la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, en Madrid. Doctor en Economía por la Universidad Carlos III de Madrid, donde también ha impartido docencia, y Licenciado en Económicas por la Universidad de Alicante, Delgado analiza para Eurogaceta distintas cuestiones relacionadas con la actualidad económica local, nacional e internacional.

Pregunta: ¿Qué es Bruegel, y cuál es su trabajo dentro de esta organización?
Respuesta: Bruegel es un laboratorio de ideas o un think-tank en ingles especializado en política económica europea. En Bruegel, realizamos investigación independiente sobre temas de actualidad económica europea y su repercusión a nivel internacional y tratamos de facilitar el dialogo y servir de punto de encuentro entre universidad, administración, empresa, gobiernos y sociedad civil. Esta interacción es fundamental para garantizar una política económica equilibrada y que recoja los intereses de todas las partes. En este sentido tratamos de aportar nuestro granito de arena. Nuestro objetivo es enriquecer el debate económico en Europa y tratar con ello de aumentar la calidad de las políticas económicas europeas. Los think-tanks tiene un papel muy relevante en la vida política y económica de los EEUU pero en Europa su influencia es mucho menor. De hecho Bruegel es un organismo nuevo que empezó a funcionar en septiembre de 2005. En Bruegel somos nueve economistas de distintas nacionalidades que abarcamos varios campos de la economía. En concreto yo trabajo en el área de organización de mercados, competencia y regulación y mi investigación se centra en el análisis del funcionamiento de los mercados en toda la Unión Europea.
 
P: ¿Cómo se organiza y funciona un laboratorio de ideas como Bruegel?
R: Bruegel esta financiado por 13 estados europeos y 23 empresas. Existe un consejo de dirección presidido por el ex-comisario europeo de competencia Mario Monti y en el que están representados los miembros que determina la agenda de investigación. En estos momentos tenemos varios proyectos en marcha sobre crecimiento en Europa, integración de mercados y competitividad, retos de la zona Euro y el papel de Europa en la economía global. Nuestra labor como investigadores consiste en desarrollar  esta agenda mediante la realización de informes y artículos y la organización de conferencias y seminarios. El objeto final es la publicación de un informe recogiendo los principales aspectos del problema y proponiendo medidas concretas de actuación. Hemos tenido muy buena acogida y hay mucha gente dispuesta a colaborar con nosotros e interesada en nuestro trabajo. Nuestro trabajo tiene carácter independiente y no representa la opinión de los miembros ni defiende sus intereses. La diversidad de los miembros garantiza en cierto modo esta independencia.

P: Los miembros fundadores de Bruegel son doce estados europeos y una veintena de empresas, ¿me puede decir cuáles son esos estados y qué empresas españolas forman parte de esta iniciativa y cómo se benefician de la misma?
R: Los países miembros son Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Holanda, Polonia, Eslovenia, España y el Reino Unido. De hecho, el secretario de estado de economía de España, David Vegara, es miembro del comité de dirección. Entre las empresas, existen dos empresas españolas: Iberdrola y Telefónica. Los miembros pueden proponer temas de investigación al comité de dirección y participar en los eventos organizados por Bruegel en el contexto de los distintos proyectos de investigación. Nuestros estudios son públicos y pueden ser consultados por cualquiera.

P: En 2001 llega a Bruselas para incorporarse a la Comisión Europea, dentro de la Dirección General de la Competencia, ¿en qué consistía su trabajo?
R: Mi trabajo consistía en la aplicación de las reglas de defensa de la competencia en los sectores de las telecomunicaciones y la sociedad de la información promoviendo la apertura de los mercados y sancionando aquellas acciones por parte de estados o empresas que impidiesen el desarrollo de la competencia. La dirección general de la competencia es una especie de tribunal de defensa de la competencia pero a nivel europeo. La experiencia fue muy positiva si bien me siento más cómodo trabajando en organismos más pequeños en los que puedo controlar mi trabajo de principio a fin.
 
HARVARD, UNIVERSIDAD Y EMPRESA:“Sería interesante explotar más en España la colaboración en proyectos comunes entre universidades y empresas”

P: Durante un año trabajó como investigador en el programa Harvard-Repsol YPF, en Harvard, ¿no es así?; ¿puede explicarme la vinculación de Repsol con estos centros educativos de Boston, y cuál era su papel allí?
R: El programa sobre investigación en el sector energético Harvard-Repsol YPF  tiene por objeto formar investigadores en el campo de la economía de la energía. Es un programa de carácter internacional abierto a investigadores con diversos niveles de experiencia. Durante mi estancia en Harvard trabajé en el análisis de la competencia en los mercados de electricidad liberalizados. He publicado dos artículos sobre el tema y estoy terminando un tercero. Para mi ha sido una experiencia muy enriquecedora el poder trabajar en uno de los centros educativos mas prestigiosos del mundo rodeado de investigadores de primera fila. El programa es un ejemplo de cómo universidad y empresa pueden colaborar en proyectos comunes. Seria interesante explotar más esta posibilidad en las universidades españolas.

P: En relación a Repsol-YPF y de sus intereses en América, ¿cuál cree que ha sido el papel de las empresas españolas en Latinoamérica?
R: Las empresas españolas cumplieron un papel muy importante en un momento especialmente delicado para las economías latinoamericanas. Para garantizar la inversión extranjera muchos países tuvieron que conceder ciertos privilegios a las empresas extranjeras. La situación ha cambiado en muchos países y ahora se encuentran en posición de fuerza para renegociar aquellas condiciones. Me parece razonable que se renegocien las condiciones entre estados y empresas y que se pongan limites a posibles abusos. Sin embargo, es esencial que las condiciones de inversión sean estables y que se reduzca la incertidumbre política para no poner en peligro la inversión extranjera que es fundamental para el desarrollo de las economías latinoamericanas.

OPA DE GAS NATURA A ENDESA: “Considero que se ha politizado en exceso un debate que debería haber sido puramente técnico”

P: La Comisión Europea ha acusado a Endesa de invo

lucrar a la UE en una "guerrilla" contra la OPA, ¿qué piensa sobre el posicionamiento de la Comisión?
R: El papel de la Comisión en este caso es puramente mecánico: mediante el análisis de los datos contables la Comisión debía determinar si la operación tenía dimensión comunitaria o no. En esta decisión hay poco campo para la intervención política ya que los números son los números y no están sujetos a interpretación. El problema es que Comisión ha estado lenta y torpe lo que ha dado pie a interpretaciones varias sin ningún fundamento.

P: Siguiendo con el mismo tema, los dos informes no vinculantes, uno favorable y otro contrario a la OPA de Gas Natural parece que no van a influir mucho en la decisión del Gobierno de dar luz verde a la operación, ¿cuál es su opinión sobre esta operación y sobre sus repercusiones políticas?
R: Considero que se ha politizado en exceso un debate que debería haber sido puramente técnico. Las fusiones y adquisiciones son un fenómeno normal en las economías de mercado y el papel de las administraciones públicas debe reducirse a garantizar que no tienen efectos perjudiciales sobre el consumidor. Algunas declaraciones sobre la necesidad o no de tener “campeones nacionales” en el sector de la energía son realmente desafortunadas ya que este no es un criterio para aprobar o dejar de aprobar una operación de este tipo. El análisis es complejo ya que implica a dos grandes empresas en un sector en proceso de liberalización. En caso de aprobarse se deberían imponer las condiciones necesarias para garantizar que no se entorpezca el proceso de apertura de los mercados y que el consumidor no se vea perjudicado por la operación. Lo que ha puesto de manifiesto una vez mas esta operación es la necesidad de despolitizar los organismos independientes de regulación y de reforzar el papel de los mismos y reducir el del gobierno en el análisis de este tipo de operaciones.

EL FIN DE LA ERA DEL PETRÓLEO:“En la Unión Europea no existe una clara política común en materia de energías alternativas de uso generalizado”

P: Todos los expertos coinciden en que el planeta está entrando en una nueva era en la que la exploración y extracción de petróleo será más difícil y más costosa. La tendencia alcista del precio del crudo es imparable, ¿hay tiempo todavía para desarrollar una estratégica energética mundial alternativa?
R: La tendencia del precio del petróleo refleja su condición de recurso escaso. Lo sorprendente no es el precio actual, aunque nadie esperaba una tendencia alcista tan fuerte, sino que el precio se mantuviera en torno a los diez dólares durante tantos años. Evidentemente el petróleo se acabara algún día. Si hay algo bueno en la subida del precio del petróleo es que abre el debate sobre las energías alternativas y crea incentivos para dedicar más recursos a la investigación de las mismas. No existe todavía una alternativa clara al petróleo ni una apuesta clara por parte de los gobiernos del mundo. El plan energético de EEUU aprobado el año pasado se centra más en el uso más eficiente de las energías tradicionales que en el desarrollo de alternativas. En la Unión Europea no existe una clara política común en materia de energías alternativas de uso generalizado.

P: ¿El hidrógeno es el futuro?
R: Muchos países se plantean el retorno a la energía nuclear para garantizar el suministro en el corto plazo. Otras alternativas como el hidrogeno son prometedoras pero se encuentran todavía en estado experimental y resultan muy caras para su uso generalizado. La energía no es un problema doméstico y debe existir una clara coordinación internacional al respecto. Acontecimientos recientes como el conflicto entre Rusia y Armenia en torno al gas han puesto de manifiesto la debilidad de las economías europeas ante posibles crisis energéticas.

EL DEBATE DEL AGUA EN EL LEVANTE ESPAÑOL:“Los proyectos faraónicos que no vayan destinados a cubrir las necesidades básicas deben ser financiados por sus beneficiarios”. “El agua se convierte en un objeto de lujo cuando se utiliza para regar jardines y campos de golf o llenar piscinas”

P: ¿Cuál sería a su modo de ver la receta básica para solucionar el problema del agua en el sureste español?
R: En el caso del agua, el precio no refleja su escasez y no induce a la racionalización del consumo. El principal obstáculo para poner un precio de mercado al agua es que el agua es un bien de necesidad básica y se debe garantizar su suministro a un precio razonable. Ahora bien, el agua se convierte en un objeto de lujo cuando se utiliza para regar jardines y campos de golf o llenar piscinas. En estos casos es necesario que el agua refleje su verdadero coste y su escasez de forma que el consumo se racionalice. El agua debe ser también un factor limitativo al desarrollo urbanístico: antes de construir debe estar garantizado el suministro de agua y eso no esta ocurriendo hoy en día en España. En mi opinión, la solución debe venir en primer lugar por el lado de la demanda. Los proyectos faraónicos que no vayan destinados a cubrir necesidades básicas deben ser financiados por sus beneficiarios. Obviamente, un aspecto fundamental es el impacto medioambiental y en este sentido los proyectos de desalación son menos perjudiciales que los trasvases si bien debe mejorarse la tecnología. De nuevo, si el agua reflejase su precio verdadero se fomentaría la innovación.

EUROGACETA en la blog zone de Periodistadigital

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