Eurogaceta vuelve al tajo, ocupándose de las cosas que pasan en nuestro entorno europeo. Mis amigos polacos andan políticamente revueltos después de un verano políticamente tormentoso que alcanzaba su cénit con la convocatoria de elecciones anticipadas para finales de octubre. La coalición ultra-nacional-católica que gobierna en Polonia se ha ido resquebrajando por la corrupción, la ineptitud y la radicalidad extrema de estos neocons que han frenado el proceso de modernización e integración de Polonia en la Unión Europea.
Buena parte de la base electoral de los ultraderechistas Kaczynski la han venido formado las denominadas Moherowe Berety o señoras de la boina, beatas y fieles seguidoras de Radio María, la perturbadora cadena nacional polaca de la iglesia católica…. la COPE a su lado es una panda de rojos agnósticos.
Durante estos días en Polonia he hablado con mucha gente sobre la actual situación política que vive este país y no he encontrado a NADIE que se muestre partidario de las políticas que están llevando a cabo los gemelos Kaczynski. A los polacos, al menos aquí en Wroclaw es así, les interesa la imagen que en España se tiene de los ‘hermanísimos’ y de su Gobierno. Un profesor universitario me llegaba a decir que «me avergüenza lo que está pasando en Polonia». Quienes no quieren mojarse, sonrien y asienten cuando se habla del tema. Las políticas revisionistas que están llevando a cabo estos mandatarios sonrojan a los propios polacos porque la mayoría piensa que esta no es la mejor forma de culminar una transición, todo lo contrario, este revisionismo abre viejas heridas y enfrentamientos casi olvidados.
De nuevo en Polonia, siempre con sumo agrado, aunque en esta ocasión con el panorama político un poco revuelto, eso sí, nada comparable al grado de crispación que el PP y los suyos han conseguido instaurar en España. Estamos hablando estos días, en el ambiente universitario de 
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