¡Cómo pasa el tiempo! Hace un año que murió El Pena, una de las personas más íntegras y consecuentes que he conocido. Las del año pasado fueron unas Navidades tristes que me permitieron reflexionar sobre valores como la amistad, la lucha, las ideas, el compromiso, la fidelidad y tantas otras cosas que José Manuel aglutinaba para sí y desprendía generosamente hacia los que le rodeaban. ¡Casualidades de la vida!…. hace un año murió un ángel y hoy ha muerto un demonio, mejor dicho lo han matado, algo que habría reprobado por activa y por pasiva mi amigo Pena. También hoy, otros demonios, los demonios de ETA hacen tambalearse el proceso de paz en el que Pena creía sin fisuras y en el que otros muchos, pese a la bomba de esta mañana, seguimos creyendo.