Más allá del conflicto legal, el problema radica en un conflicto ético y moral de gran calado social. Son muchos los interrogantes que planteó para reflexionar y debatir en clase el próximo lunes: ¿Hasta dónde se puede llegar?, ¿cuáles son los límites de los mass media?, ¿qué responsabilidades penales puede haber en este caso concreto y en un programa que se emite en horario infantil?, ¿ésto es periodismo?
¿Periodismo? No, nunca, jamás, tampoco.
Es una pena y un hecho terrible. ¿Cuál es la cuota de responsabilidad del canal en el asesinato de esta pobre chica? Poco, por no decir ninguna. El loco es el tipo ese que fue y la acuchilló, aunque el que hayan salido en la tele hace que el asesinato parezca mucho más escabroso. Incluso, es posible que este energúmeno se haya sentido mucho más vilipendiado al ser rechazado en televisión nacional y por eso haya decidido auchillar a su exnovia… pero, de cualquier manera, el loco es él y nadie más.
Sin embargo, esto no significa que el programa sea o no telebasura (que lo es), o que esta tal Patricia pueda o no considerarse una periodista (no debería). El programa es una forma morbosa de inmiscuirse en la vida de los pobres idiotas que deciden ir al plato a exponer sus problemas y sus nemeces, aunque, tristemente, si sigue en antena es porque la gente lo ve, así que TODOS deberíamos responsabilizarnos e intentar, en la medida de los posible, no ver este tipo de programas.
Ya que nos libramos de Crónicas Marcianas, deberíamos seguir apagando la tele cada vez que no haya nada que valga la pena ver.
Un abrazo desde Nueva York.
Hola Alfonso, me alegra tener noticias tuyas… seguiré tu blog neoyorkino, muchísima suerte y un abrazo.
http://www.elpais.com/articulo/gente/tomate/echa/cierre/elpepugen/20080129elpepuage_6/Tes
Una buena noticia!
Siempre es un placer hablar contigo Jose. Ojalá nos veamos pronto en NY. Un abrazo!